Dedicada al Ing. Ernesto Gómez, Gerente General de SERCCOM
También de este lado del charco
la Huesuda tiene alcance;
así lo muestra el percance
que aquí mismo les relato.
La Muerte llegó a SERCCOM una fría madrugada, de negro toda ataviada buscando a una persona.
Se dice, fue el Ing. Ernesto: «jovenzuelo mexicano» empresario y de buen aspecto trabajaba arduamente sin esperar nada de esto.
Lo halló la Flaca programando a altas horas de la noche; de modificaciones al sistema todo por un error y derroche, alucinaba de emoción y rezongaba por la metida de pata.
“¿Te crees muy inspiradito?”, le dijo ella amenazante. Y el Ing. Ernesto, desafiante: “Dame cinco minutitos.”
-“¿Pa’ qué quieres ya más tiempo?”, inquirió la del tul negro.
“Nomás mando unos correos”, respondió muy fresco el Ingeniero.
Sorprendida de oír aquello, entre ingenuo e insolente, la Calaca fue clemente:
“No me muevo, aquí te espero.”
Cinco minutos tardó: no sólo correos había enviado, también había diseñado algunas publicidades.
Siendo de aquello testigo, la Catrina urdió un plan: le ofrecería en el Panteón un trabajo a nuestro amigo.
Así pues, no quepa duda: Al Ing. Ernesto le siguen pidiendo vivos y muertos, no miento, en el web de la Huesuda.
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